El mundo del póker es muy amplio y eso lo podemos ver en primera persona disfrutando de la película Rounders, la cual tiene una duración de dos horas. Esta película nos permite ver como el juego se puede desarrollar en muchos lugares como la televisión, la cárcel, estancias privadas, un casino… vamos que se puede desarrollar en muchos lugares.
Cuando ves la película, una de las cosas que suelen quedar grabadas en la retina es el garito de TeddyKGB, donde se puede ver claramente el rango más bajo de los clubes ilegales que están presentes en New York.
Como podemos leer en https://www.easypppoker.com/es/, en los años 70 los clubes de póker eran el único lugar donde se podría practicar y jugar al póker. En esos locales se daban lugar todo tipo de personalidades, desde los hombres más fuertes del país, hasta los hombres más bajos, como pueden ser los camellos. El problema de este tipo de reuniones para jugar al póker es que en muchas ocasiones estaba todo amañado, es decir, no eran partidas legales, por lo que siempre perdían los mismos. Una técnica muy usada era la de marcar las cartas. Muchos locales pertenecían a europeos del este, por lo que se podría decir que eran los locales más chungos. Pero también había locales de más categoría, los cuales solían ser llevados por occidentales y en los cuales solían asistir personas con más nivel económico. Hay que tener en cuenta que algunas de esas partidas podían durar incluso más de varias semanas. Esto hacía que el ritmo fuese frenético.
En el año 1978 se legalizó el juego en Nueva Jersey, lo que hizo que rápidamente se construyeran casino, los conocidos bajo el nombre de Atlantic City. Concretamente el primero fue el Resort y desde ese momento se fueron construyendo más. Todo esto hizo que la edad dorada de los clubes de póker se fuese apagando en Nueva York, ya que cada vez más personas acudían a los casinos los cuales eran más legales.
Eso sí, la aparición de los casinos no supuso el cierre de los clubes de póker tradicionales, debido a que había muchos jugadores que preferían los medios tradicionales y jugar al margen de la ley. Se puso de moda jugar en los bajos del hotel Gramercy Park, concretamente en el club Mayfair. Dentro de este club Erik Seidel se consideró como el jugador más importante.
Esta tendencia siguió el mismo ritmo hasta que llegó el póker online y revolucionó la manera de jugar al póker en Nueva York. Todo esto hacía que los clubes ilegales creciesen con fuerza, debido a que se promocionaban a través de diferentes foros y la gente los conocía con gran rapidez. A esto hay que sumar que se descubrió un agujero en la ley, es decir, los jugadores no podían ser detenidos, solo los que organizaban todo. Esto hizo que cualquier lugar fuese bueno para organizar una buena partida de póker. También se pusieron de moda las camareras, las cuales pasaron a ser parte del espectáculo con el objetivo de dar ambiente a las partidas. El objetivo siempre era ser mejor que la competencia y atraer a los mejores jugadores. De aquí que las mujeres fueran parte del espectáculo. Eso sí, los robos y la política del alcalde de la ciudad hicieron que la tendencia fuese decreciendo, por lo que se puede decir que la etapa no fue demasiado larga. Un robo provocó la muerte de DeSena de manera involuntaria, debido a que el disparo se produjo por la caída de la escopeta. Esto hizo que la policía ya no pudiera seguir haciendo la vista gorda, por lo que los cierres fueron a más y esa época finalizó.
Eso sí, hay que tener en cuenta que el póker underground sigue existiendo en Nueva York. Hay partidas baratas y muy caras, todo depende del nivel de dicha partida y de los asistentes. Algunas de esas partidas llegan a salir a la luz, pero muchas otras permanecen en el anonimato para siempre. Esto quiere decir que siguen y seguirán existiendo esas partidas de póker, pero hay que tener claro que están más controladas por la policía. Como algunos jugadores comentan, ya es un estilo de vida que nadie les puede quitar.
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